En tiempos en donde las sombras parecen ser los faroles que opacan nuestro día a día, es necesario encontrar la luz que llevamos adentro para conseguir alumbrar nuestro camino y poder seguir dando pasos adelante. Labaq se ha tomado esto al pie de la letra. Al menos así lo deja claro en “Lux” (Raso Estudio, 2019), un álbum que supone un giro estético en su sonido, pero que también suena a manifiesto artístico-político y a reivindicación de que cada uno puede ser su propia estela plateada, su fogonazo, su faro.

Tres años después de que la artista brasileña publicase “Voa” (Autoeditado, 2016), un ejercicio que situó a la de Sao Paulo como una de las voces más singulares de la música alternativa de autor latinoamericana, y que la llevó a recorrer 15 países y ofrecer casi 250 conciertos en tres años; y que, a la vez, nos presentaba a Labaq como una artista absolutamente fuera de géneros, tan cerca del neofolk como del indie de autor o las texturas electrónicas; en “Lux” confirma no solo que es una artista inclasificable e impredecible, sino que es uno de los nombres con mayor capacidad de expansión de la música brasileña contemporánea, encontrando un escaparate internacional que se traduce en la publicación de este segundo álbum en Brasil, Portugal y España (aquí, a través de Raso Estudio).

Las once canciones que componen “Lux” (en el que han colaborado artistas como Fármacos, Camila Vaccaro, Bienvenidos a la computadora, Fran Czec o Ian Chang) nos presentan a una Labaq que se revoluciona a sí misma para revolucionar a los demás: más cerca que nunca de los cables y las máquinas, lleva su particular noción de la canción pop a territorios como la indietrónica, la música de corte avant-garde o los sonidos más experimentales y radicales, acercándose a propuestas que se debaten entre la performance artística y el concierto neo-pop, como los de Holly Herndon, Arca, St. Vincent, Sudan Archives, Julia Holter, Laurel Halo, Nai Palm o Tune-Yards, entre otros referentes de una estética sonora y discursiva que explora sus propios límites para dar a (sic) “luz” nuevas nociones para el pop.

Un repertorio en el que la artista latinoamericana se atreve a cantar en español e inglés, además de su portugués natal; y que está inevitablemente inspirado por los tiempos de sombras que ha vivido en Brasil tras la elección de Jair Bolsonaro como presidente de dicho país sudamericano, como una especie de artista protesta de vanguardia, como se resume bien en el estribillo de canciones como “Miedo”: “nos quitaron tanto que nos quitaron el miedo”. En tiempos en donde las sombras buscan tapar la luz, Labaq se ha inventado una linterna que, a la vez, alumbra y señala.